tag:blogger.com,1999:blog-27412285327387675102024-03-05T19:37:50.064-08:00Gabriel U. García T.En este espacio encontrarán algunas reflexiones del autor. Por favor sean indulgentes.Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.comBlogger96125tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-330636675456099062024-02-21T10:12:00.000-08:002024-02-21T10:12:50.515-08:00El Mundo desde mi ventana: <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #2b00fe; font-family: arial;">El mundo desde mi ventana</span>: </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><b><br /></b></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="color: red; font-size: x-large;"><b style="background-color: white;">Sócrates puede vencer a Terminator</b></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><span style="font-family: arial;">Gabriel Ulpiano García Torres</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Una de las películas que marcó a nuestra generación fue, sin lugar a duda, “El Exterminador” de James Cameron. El thriller supone un futuro distópico en el que las máquinas, gobernadas por una inteligencia artificial, tratan de aniquilar a los seres humanos. Sin embargo, hay un foco de resistencia, encabezado por John Connor, que impide nuestro exterminio. Con astucia, los autómatas envían al pasado, justamente a 1984, un robot «Terminator modelo T-800» para que asesine a Sarah, la madre del líder de la resistencia, antes de que su hijo nazca. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Los sobrevivientes se enteran de esto y hacen que vaya al mismo año un soldado, Kyle Reese, para que salve a la progenitora del futuro héroe. Es una cinta llena de acción y aventura, centrada en defender la vida de la señora Connor.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">En los días que vivimos, vemos como los dos grandes supuestos de la película, la inteligencia artificial y los viajes en el tiempo, son reales. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">En efecto, asombrado lector, los humanos tenemos la capacidad de movernos junto a Cronos. De hecho, hemos conseguido trasladarnos del pasado al presente desde hace más de dos mil años. Si no me cree puedo demostrárselo. Seguramente tiene en su casa un artefacto para andar por distintas épocas. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Pruebas al canto. Traigamos al ahora a Sócrates, Glaucón y Adimanto. Para esto basta con abrir el libro segundo de “La República” de Platón y, como si fuera un teletransportador de “Star Trek”, aparecerán ante nosotros y podremos conversar con ellos sobre la forma de educar a los que vienen y la importancia que tiene la paideia, es decir cultivar aquellas capacidades que, verdaderamente, nos hacen humanos.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Como vemos, los libros, al igual que el cine, permiten que el pasado sea presente y en muchas ocasiones vivir distintos futuros. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">De su lado, la Inteligencia Artificial, el segundo postulado en la trama protagonizada por Arnold Schwarzenegger, es una realidad. De hecho, en el mundo hay un enorme debate sobre sus límites y el control que debemos ejercer para evitar los riesgos que ciertamente trae, sin olvidar que es una magnífica herramienta para el progreso humano. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Tal vez, el mayor peligro que enfrentamos es perder la voluntad para razonar. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Poco a poco reducimos nuestra capacidad de memoria. Es cada vez más frecuente no retener cosas como las tablas de multiplicar. Esto es muy grave. Los recuerdos son hitos que nos afianzan en la vida. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Ahora corremos el riesgo de ceder al «Chat GPT» la posibilidad de pensar libremente. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Boris Pasternak, en “El doctor Zhivago”, decía, refiriéndose a la dictadura de Stalin, que “el mal peor, la raíz del mal futuro fue la pérdida de confianza en el valor de la propia opinión”.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Entonces, para evitar que las máquinas tomen el control e intenten asesinar a Sarah Connor, hay que traer a Sócrates. Que insista en la necesidad de educarnos, para no quedarse sólo con el conocimiento de la realidad, sino tratar de entenderla. Caso contrario, habremos construido un leviatán. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div></div><p style="text-align: justify;"><br /></p>Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-44925214910042155232024-01-21T13:37:00.000-08:002024-01-21T13:37:10.620-08:00El mundo desde mi ventana: Terror<p style="text-align: justify;"> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><b><span style="font-family: arial;">El mundo desde mi ventana</span></b></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: x-large;"><b>Terror</b></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><span style="font-family: arial;">Gabriel Ulpiano García Torres</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">¿Cómo se explican las lágrimas de una mujer que perdió tanto? Esa pregunta rondó por mi cabeza, esa fría mañana del nueve de enero en la puerta del edificio de la Fiscalía General del Estado. La noche anterior el país sufrió una ola de atentados terroristas que, sin corazón y sin razón, destruyeron sueños y esfuerzos de muchos inocentes. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">La señora llegó con su marido para rendir su versión ante el fiscal encargado de indagar estos hechos vandálicos. Según contó, habían comprado, con un préstamo, un “San Remo” de un poco más de treinta años. Era un gran avance en su negocio de entregas a domicilio. Dejaron su pequeña motocicleta por un automóvil en el que, además de trabajar, podían llevar a sus pequeños a la escuela. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Lo guardaban en un lote del papá de ella. Cuidaban su inversión, de casi tres mil dólares, con esmero.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Pero esa noche los delincuentes rompieron el vidrio del carro, le echaron gasolina y lo quemaron. Cuando los vecinos se alertaron era demasiado tarde. El automotor se incineró completamente y con él las ilusiones de esta joven familia. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Allí ardían años de esfuerzo por construir un mejor porvenir. Él nunca había pensado, a pesar de su pobreza, en la delincuencia como forma de sustento; al contrario, siempre trabajó de manera honrada, pero el Estado no pudo protegerlo.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Esta es la historia de muchas familias. ¿Qué se puede decir a los padres que vieron a sus hijos muertos por balas disparadas desde armas compradas con dinero de la droga? ¿Se puede resarcir una vida?</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">¡Cuán grande debe ser el sufrimiento de la madre del fiscal abaleado inclementemente mientras iba a una audiencia! ¡Qué dolor deben tener sus hijos! Imagino la herida profunda de las familias que perdieron alguien por un secuestro o, a veces, por robarles un simple teléfono celular. Cuánta tensión hay en los hogares de jueces y fiscales que deben juzgar estos actos. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Por eso resultan dolorosas las palabras de ciertos «políticos» que afirman que toda esta pesadilla no es más que un montaje. Con profundo egoísmo, que no les permite ver más allá de sus espurios intereses, quieren pintarse como paladines. Son almas pétreas, incapaces de ponerse en los pies del otro y solo pensando en llenar las enormes alforjas de su ego. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Sin embargo, esa misma mañana y en el mismo pórtico, la mujer se secó sus lágrimas, dio una palmada a su marido y le dijo que “hay que levantarse y seguir”. No tenían un plan alternativo, ni certeza de lo que harían, pero sabían que estaban con vida y juntos. Con eso bastaba. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Es la misma actitud de los ecuatorianos. A pesar de todo y de lo duro que ha sido vivir este tiempo, en el horizonte siempre hay un arcoíris que invita a soñar días diferentes. En el fondo somos un pueblo estoico, comparable con los faiques de la provincia, que son capaces de aguantar el invierno más crudo o la peor sequía, pero seguir con vida. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div></div><p style="text-align: justify;"><br /></p>Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-85469227137538028392023-12-28T17:58:00.000-08:002023-12-28T19:29:54.318-08:00El mundo desde mi ventana: Umbrales<p> El mundo desde mi ventana</p><p><br /></p><p><b><span style="font-family: arial; font-size: x-large;">Umbrales</span></b></p><p><br /></p><p><br /></p><p style="text-align: right;">Gabriel Ulpiano García Torres</p><p><br /></p><p><br /></p><p> </p><p>El portón que recuerdo estaba en casa de los abuelos. Era enorme, rojo, tallado en madera. En realidad, eran tres puertas en una. Tenía dos enromes hojas y, en medio de la derecha, una pequeña que permitía llegar a la vieja casa. En el jardín pervivía una casuarina, tres dormitorios y las personas más buenas del mundo. </p><p>Así era la casa paterna. </p><p>No tengo memoria del hogar de mis ancestros maternos. Abuela Isabel nos dejó mucho antes de mi nacimiento. Tío Servio, a los veintiuno, murió después de una operación y don Ulpiano falleció mientras vivía en el vientre de mamá. </p><p>Es la historia de mi familia, como debe ser la de muchos. </p><p>Son las maderas con bisagras las que me recuerdan estas cosas. Esos pedazos maravillosos de magia que permiten paso a otros mundos. </p><p>Abrir una y entrar en el estudio de papá, con sus libros, el humo de tabaco, su taza de café y las clases que debía preparar. Tras otra rezaba mamá, con su rosario, su devoción y una fe inquebrantable. </p><p>Al salir del comedor quedaba la del patio de atrás. Bajo un aro improvisado estaba la casa de Brutus, nuestro perro. Al fondo un corredor, lleno de orquídeas, que conducía al lugar donde reían los amigos. </p><p>En la calle, los enrejados de metal no permitían que la traviesa pelota ingrese a los jardines. En medio de la vía, dos piedras servían como portería para los más interesantes partidos de fútbol del mundo. </p><p>Al final de la tarde, cuando el sol caía con pereza sobre la ciudad, las verjas se abrían para que los bulliciosos chiquillos regresen a merendar. </p><p>Era el momento para dejar el mundo de los grandes estadios, construidos en la mente infantil; e ingresar al de la noticias serias que emitía el aparato de televisión. </p><p>En la mañana los primeros ruidos eran los de la puerta del baño. Unos y otros entraban y salían con prisa. El tiempo apremiaba; había que llegar al colegio, ir al trabajo o asistir a la eucaristía en San Francisco. </p><p>Los umbrales siempre tienen algo de mágico. Es pasar de un mundo a otro. Permitir que las personas entren o salgan de nuestras vidas. Allí están, inmutables, abriendo o cerrando futuros y pasados. </p><p>Lo mismo pasa cuando cambiamos de año. Es un vaivén para la esperanza. El deseo de mejorar, de que la vida sea plena.</p><p>En fin, que dispositivos tan interesantes son las puertas. Siempre dejan abierto el camino a las ideas. </p><p><br /></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><p></p>Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-62026878108230726192023-11-08T14:10:00.000-08:002023-11-08T14:10:08.911-08:00Notimercio: Censura<p style="text-align: justify;"> <br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;">Censura</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;">Gabriel Ulpiano García Torres</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Llegué a Ray Bradbury y sus «Crónicas marcianas» por una reseña de Jorge Luis Borges. Después fue inevitable devorar «Fahrenheit 451» esa distopía que supone un mundo donde el papel de los bomberos no es apagar fuegos, sino quemar libros. Es una bella elegía a los textos y al pensamiento libre. Al final, con tristeza, el autor reconoce que no era necesario quemarlos, en un mundo en el que la gente no tenía ningún interés por leer. La reprimenda estaba demás. La humanidad había perdido su apetito por viajar a otras realidades a través del papel.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Sin embargo, la censura, que funciona a lo largo del tiempo, no se confiaba. Debía prohibir para servir fielmente a su amo, el poder.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Siempre se quiere manipular volúmenes, periódicos o emisoras radio televisivas. Desde muy temprano en nuestra historia, ha existido un delirio por prohibir. Las razones son variopintas, pero normalmente vienen desde los gobiernos o para evitar ofender a los dioses.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">En nuestra época hemos construido otros númenes. Una de las deidades modernas que más sacrificios exige es la diosa “Seguridad” encargada de brindar tranquilidad a los simples mortales. Siendo moradora contemporánea del Olimpo, no se conforma con un buey asado. Tampoco pide que entreguemos un hijo. Exige que cedamos parte de nuestra libertad.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Hay que ser prudentes en lo que escribimos, con quien nos relacionamos o a dónde vamos. Últimamente, puso su mirada sobre la Inteligencia Artificial. Quiere protegernos de ella. Ve enormes amenazas con su irrupción en estas pasajeras vidas. Considera que es un invento que viene directamente del Hades. Si nos descuidamos, será quien decida por nosotros.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Con un soplo imperceptible sobre el oído del presidente Biden, dispuso poner trabas a este engendro.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">No sirvieron los alegatos sobre sus beneficios; los consejos que puede brindar a un enfermo; las correcciones acerca de códigos de programación para tener, cada vez, mejores herramientas o los análisis prospectivos en términos de ciencia.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Pero no toma en cuenta que, el verdadero riesgo, ocurre porque no leemos. Mientras lo hagamos, esta sapiencia informática, no podrá arrebatarnos el placer de disfrutar a Borges.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></div>Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-24805889422607854372023-10-26T21:28:00.003-07:002023-10-26T21:31:19.180-07:00El mundo desde mi ventana: Errancia<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p><p><span style="font-family: arial; font-size: medium;">El mundo desde mi ventana</span></p><p><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: x-large;">Errancia</span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: x-large;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;">Gabriel Ulpiano García Torres</span></p><p><br /></p><p style="text-align: justify;">Es muy popular, entre las leyendas humanas, la del Judío Errante. Aquel que, por haber maltratado al Nazareno, es condenado a vivir por toda la eternidad sin encontrar nunca un poco de reposo. La maldición, por su afrenta, fue impedirle hallar sosiego en cualquier parte del ancho mundo. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">En cambio, hay éxodos que, al no tener culpa, duelen más. Entre ellos, por supuesto, están los desplazados por la guerra. En el tiempo que nos ha tocado vivir, los vemos en Ucrania, Palestina, Israel, Yemen, Afganistán, Congo, Colombia y un largo etcétera que azota al globo. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Generalmente, las familias no pueden salir unidas. Además de la huida está el drama de la separación. Escapar de la muerte es un bien, pero el resto de los días son inciertos. Llegar a un país de acogida es, sin duda, una odisea. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">A esto hay que sumarle la emigración por la pobreza que, quizás, es una expresión de violencia tan dolorosa como las armas. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">África y América Latina son fuente de un interminable envío de personas, dispuestas a jugarse la vida para lograr, en el paréntesis de su paso por la tierra, algo de quietud. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Todos los días, las redes sociales y la televisión nos cuentan el drama a bordo de las pateras, peleando por no hundirse en las aguas del Mediterráneo. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">O el de los caminantes, sobre las selvas del Darién, que tratan de llegar vivos más allá de Panamá. Cuando lo consiguen, procuran arribar al Río Grande donde un nuevo drama los espera. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Deambulan, por toda América, venezolanos expulsados de su patria porque Ate, la diosa de la locura, impera en la cabeza de aquellos que gobiernan ese hermoso jirón del planeta. Allí están, en los semáforos, con sus niños en brazos buscando una moneda para, sin saber muy bien a dónde, seguir su peregrinación. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Hay otros cuya forma de huir se concreta en las alas de un avión. Muchos de ellos son ecuatorianos que van a España y que, con lágrimas en los ojos, dejan sus querencias y sus filias en pos de la anhelada tranquilidad. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Luego, a veces de manera silente y ante la mirada impávida de sus gobernantes, están los campesinos, que se marchan por la falta de futuro. Abandonan la heredad que los vio nacer y se mudan a las barriadas pobres de la urbes, pequeñas o grandes, no para volver a sembrar ninguna planta, sino para enraizar sus sueños y renovar las esperanzas. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Quizás la humanidad está condenada a errar sin rumbo. Lo que consideramos el hogar parece ser temporal. La única diferencia, con el maldito ultrajador de Jesús, radica en que ahora huyen quienes nunca hicieron daño a nadie. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Llena de ira ver que los culpables de esta errancia sin fin no sufran pena alguna. Terminan su existencia en mansiones salidas de cuentos de hadas, en exilios dorados o en grandes yates que, irónicamente, coinciden con alguna frágil embarcación llena de gente de pobre. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">En fin, está claro que no se emigra en busca de dinero sino de paz. </p><div style="text-align: justify;"><br /></div>Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-7848113585846787602023-10-01T08:49:00.004-07:002023-10-01T08:49:39.597-07:00El Mundo desde mi ventana: Sueños y ausencias<p> </p><p><span style="font-family: arial;">El mundo desde mi ventana</span></p><h1 style="text-align: center;"><span style="font-family: arial;">Sueños y ausencias</span></h1><p style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;">Gabriel Ulpiano García Torres</span></p><p><br /></p><p style="text-align: justify;">Quizás lo más duro de la ausencia es la nostalgia y la impresión de cercanía de quienes ya no están. Afecta ver la casa paterna, en la que ahora vive otra familia. Se extraña la dulce sonrisa de la madre, el sonido de su voz o las bromas del padre. A veces, a la hora del café, quisiéramos volver al viejo comedor en el que, sentados todos, hablábamos de lo humano y lo divino. </p><p style="text-align: justify;">Cuando jóvenes, con arrogancia, despreciamos el tiempo, no entendemos lo grave de lo efímero. </p><p style="text-align: justify;">Luego, en la adultez, pasamos de victimarios a víctimas y son los hijos los que no dan importancia al tic tac del reloj. El ovillo, con el hilo de los días, se acaba pronto. Crecen, se van y la historia se repite. Es un bucle. En medio, como consuelo ante lo inevitable, quedan figuras, recuerdos. </p><p style="text-align: justify;">De repente, cuando hay un poquito de suerte, los que se adelantaron se presentan en sueños. Volvemos a conversar, nos reímos o, sin pensar, los abrazamos. Si da tiempo, les contamos nuestras cosas y escuchamos sus consejos. Su presencia es absolutamente vívida y solo se difumina con la llegada del alba. Ese amanecer es distinto. El día transcurre de otra forma. Es una mezcla de alegría por haberlos visto y de ganas de volver a encontrarlos. </p><p style="text-align: justify;">Luego, pueden pasar meses de morriña hasta que alguna cosa, a veces insignificante, los trae a la memoria. Entretanto, nos inventamos formas para vivir la separación que, sabemos, es temporal. Creamos ocupaciones, trabajo, angustias, para evitar pensar en el dolor de la partida, de lo que no volverá a ser. </p><p style="text-align: justify;">Sobre esto se ha escrito mucho y nunca es suficiente. La muerte que niega el futuro, la lucha entre lo eterno y lo temporal. Al final, la vida no es más que una breve pausa en medio del infinito. Hay que abrazarla y abonarla. La mejor manera es pasar tiempo con los cercanos, con quienes vale la pena hablar, aunque estén lejos. Compartir con ellos es lo que nos hace humanos, quizás más que nuestra capacidad para simbolizar o razonar. </p><p style="text-align: justify;">En algún rincón de la conciencia también mora el amigo, aquel al que creíamos eterno pero que, al final y como todos, fue vencido por el tiempo. </p><p style="text-align: justify;">En fin, hay que hacer esa llamada que por cualquier nimiedad postergamos. Es un privilegio escuchar un «aló», entender que están allí y no tener que esperar a que Morfeo, alguna madrugada, esté de buen humor y los deje venir un momento.</p><p style="text-align: justify;">Con los años sabemos que, una vez que viajan, Aurora, la diosa romana del amanecer, siempre está acechando para separarnos.</p><p style="text-align: justify;">Pero, a lo mejor, lo único que existe son los sueños.</p><div style="text-align: justify;"><br /></div><p style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjFe8K76xOAOL69KdF_-qRpWNO_j2qrCd5yO5O2O7dypZCCIUMeAL2XbRKqogDIp6uVLUBCLSZQf2cQHPZGk3unKr9x9y3HBrulsZq7a-digtPcKRbdxMcAVX36Nig_Bxn1lqmpZprVCfCQy1VeYOjHyW1blBYdN0xVyJrjJbsy4d2XLr-HTocAIb1_shY" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"></a><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><p></p>Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-2678497345784282072023-08-11T08:40:00.006-07:002023-08-11T09:34:23.379-07:00El mundo desde mi ventana: Paz y violencia<p><span style="font-family: arial;"> El mundo desde mi ventana</span>:</p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: x-large;">Paz y violencia</span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;">Gabriel Ulpiano García Torres</span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">La historia política del Ecuador ha sido violenta. Desde nuestra génesis patria, hubo asesinatos sin sentido. La masacre de los patriotas, el 2 de agosto de 1809, marcó el devenir. Luego, la guerra por la independencia llenó de sangre y dolor a todo el país. Años después, el 6 de agosto de 1875, el magnicidio de Gabriel García Moreno puso otro hito imborrable, sólo comparable con la atroz muerte de los Alfaro el 28 de enero de 1912. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Las últimas décadas del siglo pasado, tampoco están libres de muertes por razones políticas. Todas ellas irracionales y feroces. En Loja, durante la dictadura de los años setenta, el asesinato de Francisco Cumbicus, que buscó parar la lucha reivindicatoria del campesinado, quedó impune. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">El 29 de noviembre de 1978, el país se estremeció con el homicidio de Abdón Calderón Muñoz, que fuera candidato presidencial por el Frente Radical Alfarista y quien denunció un sinnúmero de atrocidades cometidas por la dictadura militar. El 17 de febrero de 1999 otro excandidato presidencial, Jaime Hurtado González, fue cobardemente acribillado. También había formulado denuncias extremadamente graves. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Todo esto sin contar la represión de Estado que han sufrido periodistas, dirigentes, incluso militares y especialmente los movimientos populares. Hay que recordar la rebelión de los panaderos suscitada en Guayaquil el 15 de noviembre de 1922, contada de forma magistral por Joaquín Gallegos Lara, en su formidable libro “Las cruces sobre el agua” como alusión a los miles de cadáveres botados a la ría; nunca supimos exactamente cuánta gente murió. Tampoco olvidemos la masacre de AZTRA, que costó la vida a más de cien trabajadores de ese ingenio azucarero. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Ahora las amenazas provienen de criminales asociados con el narcotráfico. La muerte de Fernando Villavicencio es inédita en nuestra historia política porque, por primera vez, son los grupos que están fuera de la ley los que abiertamente matan a un candidato presidencial. Se trata de una rebelión sin precedentes. Las mafias desafían, sin pudor, al Estado de derecho. Esto exige, sin duda, una respuesta contundente. El poder ejecutivo debe actuar con mano dura y la justicia no puede permitir la impunidad. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Sin embargo, hay que trabajar causas más profundas. Por supuesto, la primera clave está en la educación. Tenemos que erradicar la violencia en la formación de los que vienen. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Cuando un canal de televisión promueve una serie donde los narcotraficantes son los héroes, no estamos dando un mensaje adecuado. El momento en que un grupo de periodistas deportivos, a gritos, se insultan y eso genera «audiencia» tampoco damos una señal correcta. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Cuando los políticos, en lugar de debatir ideas, llegan al campo de la denigración personal, emitimos un mensaje extremadamente negativo. Ahora mismo hemos visto unos cuantos que, como el lobo con piel de oveja, aparentan tristeza, rabia y desesperación, pero en el fondo piensan como sacar réditos. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Ojalá el terror que produce lo ocurrido en Quito, genere reflexión. La construcción de la paz es tarea permanente y conjunta. Debemos señalar, responsablemente, cuales son nuestros valores morales. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">La planificación del país es necesaria, pero es mucho más importante retomar los grandes ideales de la patria: una sociedad equitativa donde salud, alimentación, cultura o educación, sean un derecho colectivo, no una mera forma comercial. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Por allí empezaremos a caminar por la senda del convivir pacífico y el progreso.</div></div><p></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><p></p>Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-82404806197904263312023-08-05T18:41:00.003-07:002023-08-05T18:41:46.416-07:00El mundo desde mi ventana: Tiempo<p><b> El mundo desde mi ventana</b></p><p><br /></p><p style="text-align: center;"><b><span style="font-size: large;">Tiempo</span></b></p><p><br /></p><p style="text-align: right;">Gabriel Ulpiano García Torres</p><p> </p><p style="text-align: justify;">A veces no tenemos tiempo para nada. El día empieza apurado. Suena la alarma del celular y hay que levantarse de prisa. La ducha es rápida, el desayuno frugal y de nuevo al ajetreo de una jornada que busca terminar con nosotros. A la noche, cuando estamos en esa rara etapa entre el sueño y la realidad, divagamos un momento añorando ratos libres. </p><p style="text-align: justify;">Pero hay otras vidas en las que, extrañamente, las tardes sobran y a veces estorban. </p><p style="text-align: justify;">El anciano, que en su época de oro era uno de los profesionales más reputados de la ciudad, estaba parado en el portal de su casa. Era una tarde fría de agosto, de esas en las que el páramo penetra los huesos y congela el alma. Sin embargo, más que calor buscaba compañía. Alguien con quien conversar, con quien matar el tiempo. </p><p style="text-align: justify;">Su esposa, una bellísima mujer, había muerto físicamente hace pocos años, pero la locura se la llevó décadas atrás. Desde que Ate, aquella diosa griega que nos roba la razón, se apoderó de ella, el buen doctor sólo tenía como compañía su recuerdo y, acaso, los breves momentos robados a algún vecino. </p><p style="text-align: justify;">Cuando los hijos se casaron, al principio, las visitas eran frecuentes. La novedad de los nietos, las fiestas de cumpleaños. Pero la vida, ese misterio que se escapa de manera inexplicable, fue pasando y los pequeños retoños de su sangre crecieron entre el amor por el abuelo y el temor a la locura. Al final, los años siguieron su curso y se alejaron. Sin embargo, el doctor los espera cada tarde en la puerta, sin importar el viento gélido. Nunca llegan y el tiempo se vuelve un estorbo. </p><p style="text-align: justify;">Unas cuadras más abajo, vive alguien que fue mi compañero. Aunque no se si la palabra correcta es «vive». Digamos que deambula. Él nunca se casó. Quizás su único compromiso duradero fue con una sustancia rara que lo aleja de la realidad. Sus tardes, que también son largas e incómodas, las dedica a mendigar unas monedas para comprar el cariño de Ate y, de su mano, desentenderse de lo cierto. </p><p style="text-align: justify;">En el colegio era un muchacho alto, fornido y elegante. Tenía un corazón noble y una bonita sonrisa. Ahora, sin duda, su alma sigue siendo buena, pero no hay un gesto agradable en su boca sin dientes. Cuando lo hallo no necesita pedirme unas monedas, se las doy antes de decirnos nada. Cruzamos un par de frases y vuelve a su calle con las manos en los bolsillos, envuelto en una chompa raída que, con esfuerzo, recuerda el blanco. </p><p style="text-align: justify;">Nunca entendí por qué le fastidia la vida. Quizá, porque le duele. </p><p style="text-align: justify;">Camus pensaba que la única cosa sobre la que, realmente, se debe reflexionar es acerca de la posibilidad de acabar, por mano propia, con los amaneceres que faltan. </p><p style="text-align: justify;">Cuando en medio del ajetreo diario encuentro al doctor o a mi amigo, no puedo dejar de pensar en esto. </p><p style="text-align: justify;">Hay que luchar para que los días nunca estorben. </p><div style="text-align: justify;"><br /></div><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><p></p>Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-52872681964394434052023-05-18T15:43:00.005-07:002023-05-18T15:43:35.803-07:00El mundo desde mi ventana<blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p> </p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><span style="font-size: large;">Una camioneta</span></b></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div></div></blockquote></blockquote><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;">Gabriel Ulpiano García Torres</div></div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both;"> </div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Roland Barthes nació en Francia en 1915. Fue un filósofo magnífico. Aunque tenía su propia visión del mundo, tengo la impresión de que nunca se cansó de buscar la verdad. En 1957 publicó “Mitologías” un estudio semiológico sobre algunas quimeras modernas. </div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">En ese libro trata de sincerar desde mentirosos comerciales de televisión, hasta falsas ideas que la gente se construye alrededor de determinados personajes. </div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">En 1977 lo designaron titular de la cátedra de semiología literaria del College de France. Sin embargo, como la vida a veces tiene sus juegos irónicos, en 1980 lo atropelló la camioneta de una lavandería y desafortunadamente murió. Dejó un enorme vacío en el mundo del pensamiento planetario.</div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">El querido lector se preguntará a que vienen estas letras. Esta tarde escribo para desahogarme. A veces el desobligo puede ganarnos y es bueno buscar una forma de expresar la rabia contenida. </div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">El Ecuador, en los últimos días, ha vivido un sube y baja de emociones políticas. El juicio al Primer Mandatario y la muerte cruzada han causado admiración por la forma precipitada como concluyeron. </div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Pero también generaron temor por el futuro del país, ira por la calidad de nuestros políticos e ilusión por el futuro, que siempre podría ser radiante. Todas estas emociones se podían sentir de manera simultánea. Pero hasta allí nada más allá de lo habitual en nuestra agitada historia política. </div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Lo que en realidad me ha molestado, es escuchar a los futuros «presidenciables» llenos de vanidad y vacíos de contenido. Por supuesto, no son todos, pero si la mayoría. Quienes, supuestamente, no están ni con el gobierno ni con el correísmo, con un ego desproporcionado, se sienten la única luz tras la que deben aglutinarse los cucuyos que perviven en los partidos políticos. Denigran al sistema democrático y sus instituciones, pero, al mismo tiempo, quieren servirse de ellas para llegar al poder. </div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">A veces, en los medios, pretenden dar lecciones de moral e irradiar una imagen impoluta. Allí es cuando debemos estar alertas. Con razón dice el sabio refrán popular “dime que presumes y te diré que careces”. </div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Algunos, que antes se cobijaron bajo una bandera, pero la abandonaron pronto, ahora, como aves de rapiña, rondan otras organizaciones que quieran acoger su «sempiterna luz con la que podría alumbrarse la oscura noche que aterra a la Patria». </div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Entonces entra Barthes en escena. Tenemos que ir descifrando, con cuidado, la verdad que encierran estos personajes. No debemos dejarnos engañar por apariencias. Veamos, por ejemplo, que tan propensos son a oír al otro, a entender visiones diferentes a la suya.</div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"> No he escuchado de ninguno de estos «súper hombres» alguna idea sobre la estructura del Estado. Todos critican el pasado, pero nadie propone como construir una nueva forma de administrar los recursos comunes y que, ciertamente, profundice la democracia y construya un verdadero Estado de bienestar. Por supuesto, estoy pensando en un modelo federal de administración de la nación. </div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">En fin, escribo solamente para desahogarme porque, a veces, quisiera volver al pasado, salvar al filósofo francés y conducir la camioneta de la lavandería contra esta gente. </div></div></blockquote></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div><br /></div></div></blockquote><p><br /></p>Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-2209508088179721522023-04-02T20:15:00.000-07:002023-04-02T20:15:34.204-07:00El mundo desde mi ventana<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;"><span style="font-size: x-large;">Niños, sicarios y armas</span></div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;">Gabriel Ulpiano García Torres</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Hace pocos meses, disfrutaba el momento de guardar el carro. Podía ver la ciudad tranquila o, como diría Gardel, “<i>cuándo el músculo duerme y la ambición descansa</i>”. Ahora, se ha convertido en tarea que debe cumplirse lo más temprano posible. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Como la calle del garaje es oscura y sin asfaltar, transita poca gente. En tiempos de noticias macabras, no deja de invadirme una sensación de inseguridad. Con el paso de una motocicleta, como si fuera algún tipo de reflejo, mis sentidos se ponen en guardia. Parece que uno está indefenso. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">En ese momento me pregunto si sería bueno portar un arma. Pienso en el derecho a defendernos, a proteger a la familia y me siento tentado. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Sin embargo ¿realmente una persona va a estar más segura si está armada? </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Probablemente se enfrente a gente experimentada, que podría acabar con su vida fácilmente. Ciertamente habrá quien tenga habilidad con estos adminículos, pero la gran mayoría no estaríamos en capacidad de reaccionar. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">El camino para tener una sociedad más civilizada, seguramente, no pasa por los lugares donde impera la fuerza sino por aquellos sitios donde gobierna la razón. Portar armas nos aleja del progreso ético y nos lleva de nuevo a las fronteras de la barbarie. La especie humana no pudo mantenerse y evolucionar gracias a la fuerza sino, en el sentido aristotélico, a su capacidad para razonar. Esa es nuestra gran ventaja.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Cuando una sociedad está forzada a armar a sus ciudadanos, no se trata de ninguna victoria. Siempre será una derrota; precisamos usar nuestro lado salvaje para salvar la vida. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Decía Rosa Montero, en su columna de «El País» que para medir el desarrollo democrático usa estos cuatro factores: “<i>la situación de las mujeres, la salud bucodental, la salud mental y la manera en que se trata a los animales</i>”. ¿Qué podemos decir del avance de la democracia en una nación que piensa resolver sus conflictos a bala?</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Al parecer, en sociedades dónde la cultura tiene raíces profundas la violencia no crece. Las actividades que forman el espíritu actúan con mucha fuerza contra las malezas abonadas por la violencia. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Cuando un niño es atendido de manera adecuada, no sufre hambre, estudia y tiene oportunidades culturales, muy probablemente no será reclutado como sicario. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Seguramente, con la angustia que sentimos, ese nos resulta un camino lejano y utópico, sin embargo, es el único seguro. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div></div><p style="text-align: justify;"><br /></p>Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-63636157070202719692023-03-19T18:29:00.002-07:002023-03-19T18:29:35.584-07:00El mundo desde mi ventana<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /></div><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><span style="font-size: x-large;">Bárbaros</span></b></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Gabriel U. García T. </div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">La mañana del domingo estaba soleada. La avenida Pío Jaramillo mostraba menos tránsito que en días ordinarios. Fui a la tienda por alimentos para el desayuno familiar. Al regresar, en el semáforo, un señor a bordo de una potente camioneta cuatro por cuatro, se detuvo sobre el paso cebra esperando que cambiara la luz del semáforo. Los peatones tuvimos que esquivar los carros para cruzar la calle. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Lo que cuento, seguramente, es un episodio común y corriente. A veces somos nosotros los que dejamos el auto sobre el paso cebra. Sin embargo, no deja de ser un símbolo de barbarie. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Sostiene el periodista uruguayo Ricardo Soca que la palabra «bárbaro» surgió en la antigua Grecia. Cuando los helenos no entendían a un extranjero creían que lo único que decían era bar, bar, bar. Entonces a las cosas que no comprendían, incluidos los comportamientos, las calificaban como bárbaras. Con el devenir del tiempo la palabra adquirió la connotación de inculto, grosero o tosco que actualmente recoge el Diccionario de la Real Academia. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Somos bárbaros cuando arrojamos basura por la ventana del automóvil, al doblar la esquina y no ceder el paso a un peatón o al reaccionar con insultos ante el menor incidente. Por supuesto que son síntomas más graves de salvajismo los hechos violentos que ocurren todos los días y que, seguramente, son producto del desdén que algunos jóvenes sienten por cualquier expresión cultural. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">El otro día un amigo, que es prospero comerciante en una parroquia rural, se quejaba amargamente de cómo el municipio mantiene gente “sin hacer nada”. Se refería a la bibliotecaria del lugar. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">“Llega a las ocho, abre y se sienta todo el día. ¡Y por eso le pagan!” alegaba mi caro contertulio. La molestia del honrado menestral puede justificarse al convertir las bibliotecas en frías bodegas, donde los libros sólo son visitados por el polvo y el olvido. Lejos están del concepto que pensó Alejandro, como centros vivos de discusión y entendimiento sobre lo que humanamente acaece. Allí debe existir, como reclama Irene Vallejo, un espacio para estar solos, meditar, leer y entender otras formas como el cine o la pintura. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Las bibliotecas de barrio deben ser el motor cultural del entorno. Albergar exposiciones, generar círculos de lectura, clubes de cine o, simplemente, espacios para el encuentro entre vecinos. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Ahora que, como sostiene la propia autora de “El infinito en un junco” hay “nuevos y bárbaros dueños del mundo” debemos atrincherarnos en los libros, la música y el arte para evitar volver a las cavernas. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div></div><p></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><p></p>Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-42435376477312465842023-02-20T18:06:00.000-08:002023-02-20T18:06:10.937-08:00<div style="text-align: center;"><b><span style="font-size: large;">Apología de la yuca</span></b></div><div style="text-align: center;"><b><br /></b></div><div style="text-align: right;">Gabriel U. García T. </div><div><br /></div><div><br /></div><div>Roland Barthes, en sus «Mitologías» levanta un alegato muy fuerte sobre la “francesidad” y su relación con el vino, el queso, la carne y las papas fritas. Asienta sobre estos elementos gran parte de la cultura gala y llega a afirmar que «el vino forma parte de la razón de Estado». </div><div><br /></div><div>En estos carnavales, también podemos ver una relación muy fuerte entre la “lojanidad” y cuatro elementos muy asociados con ella: el cerdo, el mote, la yuca y, como no, el aguardiente. Aunque, dependiendo del cantón, el cochinillo perfectamente puede ser reemplazado por el chivo. En el fondo es la relación entre la carne y sus acompañantes. </div><div><br /></div><div>Sin duda el mote es un símbolo importante de la cultura andina. Está presente en casi todos nuestros platos y ha ganado un lugar rutilante en la gastronomía ecuatoriana.</div><div><br /></div><div>Pero quiero rescatar a la vieja y milenaria yuca, domesticada en tierras americanas hace más de cuatro mil años. </div><div><br /></div><div>Tubérculo maravilloso con el que podemos acompañar, perfectamente, fritada o chicharrones; chivo o pescado seco; cecina de res o de chancho; gallina estofada o asada y cuando el hambre apremia, una buena raja con un trozo de queso recién amasado y un jarro de café serán verdadero maná venido del cielo. </div><div><br /></div><div>Nadie puede concebir un sancocho sin que la yuca rescate el sabor del espinazo del cerdo o del costillar de res. Los tiempos modernos nos permiten tomarla en forma de empanadas, aliñada, frita o en innovadoras fundas plásticas como snack. </div><div><br /></div><div>Luego de esta sibarítica procesión alimentaria, es necesario darle un descanso al atribulado sistema digestivo. Es entonces cuando entra en escena el maravilloso jugo de la caña de azúcar. El propio Barthes decía que “el vino es el jugo del sol y de la tierra” pero esa misma tierra ofrece otro tipo de zumos que gracias al sol sacian la sed y a veces la desesperanza.</div><div><br /></div><div>Al finalizar la pela del puerco o una vez que el chivo salió del hueco y terminó en los platos, viene bien una copa de aguardiente que aligera la digestión y con efecto transformador, fortalece amistades, une familias y de vez en cuando enaltece los ánimos. </div><div><br /></div><div>Si la cosa se caldea, el elixir suele llamar al uso de la yuca como expresión, a través del brazo, para mostrar nuestro descontento. </div><div><br /></div><div>Al calor de unas copas no es raro ver como la gente le otorga un contundente “yucazo” al gobernante de turno. </div><div><br /></div><div>Sin duda, para nosotros, la yuca también es cuestión de Estado. </div><div><br /></div>Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-42626430129881811002021-04-05T08:30:00.001-07:002021-04-05T08:30:28.572-07:00Artículos en "Hora 32": Autodeterminación<p>
</p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: trebuchet;"><b><span lang="ES-TRAD">Autodeterminación</span></b></span></span></p><span style="font-family: trebuchet;">
</span><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet;"><b><span lang="ES-TRAD"> </span></b></span></p><span style="font-family: trebuchet;">
</span><p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: trebuchet;"><span lang="ES-TRAD">Gabriel
U. García T.</span></span></p><span style="font-family: trebuchet;">
</span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet;"><span lang="ES-TRAD"> </span></span></p><span style="font-family: trebuchet;">
</span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;"><span lang="ES-TRAD">Firmar un
acuerdo de paz, sobre un conflicto que se inició antes de que el Ecuador
naciera como república, no fue fácil. Tampoco en el lado peruano. Allá tuvieron
que ser dos cancilleres los encargados del proceso final. El primero, el doctor
Eduardo Ferrero, renunció por lo que implicaba el asunto de Tiwintza. El
segundo, el doctor Fernando de Trazegnies, que había sido parte de un grupo
inicial de diálogo convocado por el profesor Roger Fisher de la Universidad de
Harvard, fue quien suscribió el acuerdo. Sobre esto escribió un largo libro, de
setecientas treinta páginas, titulado “Testigo Presencial”.</span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;"><span lang="ES-TRAD"> </span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;"><span lang="ES-TRAD">Lo que llama
la atención es que todas las decisiones siempre se tomaron desde las más altas
esferas del poder. Nunca se consultó a la gente que vivía en la frontera. Las
élites decidían en sus reuniones en Lima, Quito, Brasilia o Washington. </span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;"><span lang="ES-TRAD"> </span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;"><span lang="ES-TRAD">Pero esto no
es nuevo para los pueblos alejados.</span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;"><span lang="ES-TRAD"> </span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;"><span lang="ES-TRAD">Cuenta el
doctor Pío Jaramillo que, por estos lares, cuando era gobernador del
Yaguarzongo don Diego Vaca de Vega, en 1653, envió una carta dirigida al Virrey
del Perú, en la que informaba que la producción de oro, en los últimos cuatro
años, había sido de nueve mil doscientos kilogramos. Al valor actual,
representarían algo más de quinientos diez millones de dólares. La gente
ignoraba, completamente, lo que esta inmensa riqueza significaba.</span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;"><span lang="ES-TRAD"> </span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;"><span lang="ES-TRAD">Tres siglos
después, los habitantes de este jirón de la patria lo siguen ignorando.</span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: trebuchet;"><span lang="ES-TRAD"> </span></span></span></p><span style="font-family: trebuchet;">
</span><p><style><span style="font-family: trebuchet;">@font-face
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{page:WordSection1;}</style></p>Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-50668792661785714472021-03-22T06:28:00.004-07:002021-03-22T06:32:29.133-07:00Artículos en "Hora 32": Don Bertrand<span style="font-size: x-small;">
</span><h1 align="center" class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: times;"><b><span lang="ES-TRAD">Don Bertrand</span></b></span></span></h1><p><span style="font-size: small;"><span style="font-family: times;">
</span></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES-TRAD"> </span></span></span></p><p><span style="font-size: small;"><span style="font-family: times;">
</span></span></p><p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES-TRAD">Gabriel
U. García T.</span></span></span></p><p><span style="font-size: small;"><span style="font-family: times;">
</span></span></p><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES-TRAD"> </span></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: times;">
</span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES-TRAD">Sin duda
Bertrand Russell fue uno de los grandes pensadores del siglo XX. Dueño de una
lógica envidiable, como sostiene Francisco Martínez en un artículo de “La
Vanguardia”, a veces, </span>«<span lang="ES-TRAD">prefería guardarse sus opiniones para sí porque, en aquel entorno
conservador, las opiniones atrevidas provocaban escándalo con facilidad</span>»<span lang="ES-TRAD">. Esto cambió
cuando llegó a Cambridge. Respiraba libertad. Se incorporó a “Los Apóstoles” un
grupo universitario donde se expresaba, con mucha profundidad, sobre la
sociedad inglesa de inicios de la pasada centuria.</span></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES-TRAD"> </span></span></span></div><div style="text-align: left;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">Cuando se desata la Primera Guerra Mundial, las cosas fueron diferentes. Pacifista empedernido, don Bertrand, se opone a la barbarie. Apegado a la verdad sostiene que «Hace un mes, Europa era un pacífico grupo de naciones; si un inglés mataba a un alemán, era ahorcado por asesinato. Ahora si un inglés mata a un alemán, o si un alemán mata a un inglés, son patriotas». Luego escribe un panfleto respaldando a un objetor de conciencia. Los administradores del Trinity College, consideran que «esas declaraciones pueden perjudicar el reclutamiento y la disciplina de las fuerzas de Su Majestad» y lo expulsan del claustro de profesores. Aconseja a los jóvenes como evadir el alistamiento, lo que le granjea seis meses de prisión.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"> </span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">Para la Segunda Guerra Mundial, su posición fue en contra del fascismo. En 1947, Cambridge, lo reincorpora a su claustro. En fin, son gajes del pensar.</span></span></div><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES-TRAD"><span> </span><span> </span></span></span></span></p><p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES-TRAD"> </span></span></span></p><p><span style="font-size: small;"><span style="font-family: times;">
</span></span><style><font size="3"><span style="font-family: times;">@font-face
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</p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: large;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Ataraxia</span></b></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Gabriel U. García T.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Su barba ayudaba a disimular la
tensión. El inusual brillo de sus ojos demostraba una inmensa ansiedad. Los extraños
visitantes de oriente traían noticias que no deseaba escuchar. Había nacido un
nuevo rey en los territorios que gobernaba. Trató de engañarlos para que lo
condujeran hasta el niño. Los magos prometieron que lo llevarían, pero, cuando encontraron
al infante y le dejaron sus presentes, para que el rey no se enterase, regresaron
a sus tierras por otros caminos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Entonces, Herodes, con profunda
rabia, ordenó que se mate a todos los niños menores de dos años que habitaban
en Belén. Quería controlar el destino, pero, la irónica muerte, lo destronó
cuatro años después y el chiquillo que deseaba asesinar, se convirtió en el
gran protagonista de la humanidad.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Trescientos años antes un chipriota,
llamado Zenón, decía que la felicidad radica en obrar de acuerdo con uno mismo
y con la naturaleza, siendo indiferente ante las vicisitudes de la vida. A esta
serenidad, para enfrentar las cosas que no podemos controlar, los griegos la
llamaban ataraxia. Herodes tenía el mando, pero siempre estuvo perturbado por
mantenerlo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">En el mundo abundan tipos así, aquellos
que desean controlar el poder por encima de todo. Están dispuestos a matar para
mantenerse en el trono. Sin embargo, su condena es no encontrar serenidad.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">La felicidad es librarnos de la ansiedad
por alcanzar cosas efímeras y vanas. Busquemos la ataraxia.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">@gulpiano1</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p><style>
<!--
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</p><div class="WordSection1">
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;">Bicentenario</span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;"> </span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;">Gabriel U.
García T.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;"> </span></p>
</div>
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: auto;" />
</span>
<div class="WordSection2">
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;">En su rostro se notó tensión. Las
manos, que empezaban a demostrar cierta edad, sin llegar a temblar, abrieron
presurosas el sobre. Prestó toda atención a la carta firmada por el doctor José
María Vásquez de Noboa, jefe civil y militar de la provincia de Cuenca. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;">Sobre sus patillas, empezaban a
verse los primeros rayos de plata. Quién leía era un hombre firme en sus ideas,
don Pío de Valdivieso, alcalde de Loja desde la renuncia de don Tomás Ruiz
Gómez de Quevedo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;">Vásquez conminaba al pueblo de
Loja a unirse al proceso independentista. Nuestro burgomaestre contestó, cortésmente,
que no convenía con aquellas ideas liberales. Una nueva nota, fechada 14 de
noviembre de 1820, manifestaba la decisión de enviar tropas a Loja, si esta
ciudad no plegaba al movimiento libertario. Don Pío respondió dando largas y, a
la vez, escribió al Virrey de Lima y al comandante de la costa norte del ejército
realista, pidiendo ayuda frente a la amenaza.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;">De su lado, la noche del 18 de
noviembre, Ramón Pinto, junto a Nicolás García, José María Peña, Manuel
Zambrano y José Picoita, encabezaron una marcha que, saliendo del convento de
San Sebastián, pedía la adhesión de Loja al movimiento libertario.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;">El día diecinueve hubo reunión de
los vecinos y destituyeron al alcalde Valdivieso. Para el veinte retomó sus
funciones. El gobierno cuencano cayó el 20 de diciembre. Los patriotas lojanos
fueron perseguidos, enjuiciados y difamados.</span></p>
</div>
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: auto;" />
</span>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;">@gulpiano1</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman",serif; mso-ansi-language: ES;"> </span></p>
<p><style>
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{page:WordSection3;}</style></p>Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-85631669182656101332020-11-02T06:43:00.006-08:002020-11-02T06:43:35.988-08:00Columna en "Hora 32": Difuntos<p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"> </span></span>
</p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: times;"><b><span lang="ES">Difuntos</span></b></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES"> </span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span><p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES">Gabriel U. García T.</span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES"> </span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES">La luz de sol está, particularmente, clara. Las nubes son escasas. El azul
predomina en el infinito. Una anciana camina lentamente. La joven que la
acompaña lleva un ramo de flores. Van, vestidas de negro, por el polvoriento
camino que lleva al cementerio. No se las ve tristes. De rato en rato, una sonrisa
ilumina sus rostros. Es dos de noviembre, no importa el año. Seguramente
recuerdan, con cariño, a la persona que van a visitar. No se dirigen a una
tumba, sino a saludar al ser querido. Quieren ponerse al día, contarle lo que
ha pasado desde su ausencia.</span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"></span></span><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES"> </span></span></span><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"></span></span><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES">Alrededor del camposanto hay una fiesta. Pequeñas chinganas con comida,
puestos donde ofrecen flores, algún carro con helados y gente que vende
refrescos, son parte del paisaje.</span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES"></span></span></span><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES">No es un día triste sino de alegría. Recordar a quienes se adelantaron. No
importa la creencia. Para algunos será, en términos de Benedetti, un pequeño
paréntesis en la eternidad. Para otros, retener un espacio de tiempo entre la
nada. En ambos casos, anhelar lo que nunca más volverá a ser.</span></span></span><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"></span></span><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES">Es día de fiesta porque es tiempo de rendir testimonio sobre una existencia
que no fue inútil. Es evidencia del cariño que la persona, que hoy reside en un
catafalco, sentía por los otros.</span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES">Quizás este año, por la pandemia, el festejo no sea tan florido, pero
nuestra gente, en su interior, celebrará la vida de los ausentes. Así somos los
ecuatorianos. La ingratitud no está en nuestro diccionario.</span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES"> </span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES">@gulpiano1</span></span></span></p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: times;">
</span></span><p><style><font size="4"><span style="font-family: times;">
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{page:WordSection1;}</span></font></style></p>Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-16441471649937533802020-10-19T05:34:00.003-07:002020-10-19T05:34:44.944-07:00Columna en "Hora 32": Gualel<p>
</p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: georgia;"><span lang="ES-TRAD">Gualel</span></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="ES-TRAD">Gabriel
U. García T.</span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="ES-TRAD"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span lang="ES-TRAD">Las
majestuosas montañas tienen distintitas tonalidades de verde. De vez en cuando
aparece un cerco hecho con pencos. Algunos eucaliptos, con sus ruidosas ramas,
son parte del paisaje. Al fondo está el pueblo. Tiene casitas de tapia, capilla
con dos pequeñas torres y un campanario con reloj. Parece la villa de un
pesebre. Las callecitas del centro están adoquinadas, pero sus estrechas
carreteras se llenan de polvo y olvido. Hace algunos años lograron que se
construya una cancha sintética, para que los jóvenes puedan disipar sus penas.
Así es Gualel, esa cercana parroquia de Loja, de vida tranquila y cadenciosa.</span></span></p><span style="font-family: georgia;">
</span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span lang="ES-TRAD"> </span></span></p><span style="font-family: georgia;">
</span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span lang="ES-TRAD">En la Capital,
un funcionario que, seguramente, nunca ha ido por ese jirón de la geografía
patria, entregó, a empresas mineras, la cordillera de Fierro Urco. No pensó que,
desde ese sitio, nacen cuatro ríos importantes: el Jubones, que entrega sus
aguas al litoral; el San Luis, que aguas abajo cambia su nombre por Puyango; el
Gualel, después apodado como Guayabal; y el Santiago, del que regularmente
beben los lojanos.</span></span></p><span style="font-family: georgia;">
</span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span lang="ES-TRAD"> </span></span></p><span style="font-family: georgia;">
</span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span lang="ES-TRAD">A la gente de
la parroquia nunca se le preguntó si querían que, en sus ancestrales
territorios, se extraigan minerales. Se lo hizo, como todo, de manera
inconsulta. Ahora, cuatro dirigentes son enjuiciados por lo sucedido al
defender su visión sobre el agua.</span></span></p><span style="font-family: georgia;">
</span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span lang="ES-TRAD"> </span></span></p><span style="font-family: georgia;">
</span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span lang="ES-TRAD">En el fondo es
consecuencia del modelo centralista. Solo habrá democracia, cuando el Ecuador
se administre de manera federal.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD">@gulpiano1</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"> </span></p>
<p><style>
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</p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Rabia</span></b></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Gabriel U. García T.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Sus ojos, pequeños de un color café
oscuro, reflejaban una nostalgia infinita. Tenía la ropa bastante raída. Los
zapatos demostraban el esfuerzo que produce caminar sin rumbo. Estaba sola dentro
del supermercado. Con prudencia, para que los guardias no la vieran, se aproximaba
a las personas. Quería una moneda o algo de comer. Venía del norte del país,
seguramente de la serranía profunda, de aquella en dónde el páramo y la desolación
son parte del paisaje. Cuando se acercó, lo hizo con miedo. Parecía que no había
comido. Balbuceante y entre lágrimas, me explicó que afuera estaban sus hijos. Una
aventura así solo puede ser movida por el hambre y la desesperanza.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">A lo mejor, durante los últimos
meses, nuestras almas se endurecieron por la enorme presencia de hermanos
venezolanos en las calles. Ahora, era una coterránea la que se presentaba en
condiciones parecidas. Pero es tiempo de pandemia y la cercanía con el otro
produce temor, que puede convertirse en indolencia.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">A veces escucho el discurso de que
son personas vagas y que, realmente, no quieren trabajar. No lo creo. Puede que
haya algún caso excepcional, pero, en lo más profundo del corazón, sabemos que
ninguna madre arriesgaría, innecesariamente, a sus hijos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Un sentimiento de impotencia y rabia
me invadió el resto del día. La ira aumentó, cuando, en las redes sociales, los
sonrientes candidatos, volvían a mentir. Ellos son responsables por esa mirada.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">@gulpiano1</span></p>
<p><style>
<!--
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</p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Paisaje</span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Gabriel U. García T.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Al fondo va quedando el
Chiriculapo. El sinuoso sendero encuentra las enormes planicies del valle de
Casanga. La temperatura bordea los veintiocho grados. Las aguas del río Playas cursan
tranquilas. El Catamayo sigue su eterno viaje hasta el Perú. Las montañas, que
rodean Lucarqui, muestran la esperanza de la gente.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sacos de abono blanquean a lo lejos. Se
empieza a preparar el suelo para la siembra. Septiembre agoniza y la ilusión de
algún aguacero en octubre, inflama el alma con sueños de una buena cosecha de
maní y maíz. No hay mucha maquinaria. Un solitario tractor azul lucha, como
héroe sin capa, contra el tiempo y el terreno.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Mas allá, las aguas del río
Tangula, se ven turbias. Una retroexcavadora trabaja para sacar algunos
minerales. Raspar su lecho es sinónimo de anhelar mejores días.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Camino abajo, cerca de esa
imaginaria línea que impide el comercio, el panorama cambia. Los pequeños
valles se llenan del intenso verde, propio de los arrozales. Los campesinos,
con la paciencia que otorga la sabiduría, esperan el paso del tiempo.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Es el paisaje de Loja. El turismo
se ausentó. Poca gente viaja. Los controles aumentan. En Macará y Catacocha,
policías y militares, indagan al viajero. De vez en cuando, algún funcionario,
con ínfulas de político, llega a tomarse una foto para Facebook. Es la
evidencia de que, gracias a su arduo trabajo, cambió la realidad. Un hombre,
sombreando en un portal, lo ve y sonríe.</span></p>
<p><style>
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<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br /></span>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD">Carroñeros</span></b></span><br />
</div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span lang="ES-TRAD">Gabriel
U. García T. </span></span><br />
</div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;">
</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">Hace algunos
años, “La Voz de Cádiz”, traía una nota muy interesante sobre como, en el campo,
ante la falta de cadáveres de ganado, las aves carroñeras se lanzaban sobre los
animales menores. En el fondo, hablaba sobre la forma en que se adaptan para
sobrevivir. </span></span></span></div>
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;">
</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;">
</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">Con profundo asco
vemos como, en política, hay demasiadas aves de rapiña. Son peores que las alimañas
españolas. Las de allá cumplían con su instinto. Los de acá lo hacen por
maldad. No hay otra forma de explicar como, en medio de la terrible situación
que viven los ecuatorianos, esta gente consigue lucrar incluso con el precio de
las bolsas para cadáveres. Ni siquiera esperaron que los hermanos guayaquileños
murieran. Cuando se enteraron de la pandemia empezaron a deambular buscando
como iban a llenar sus sucias manos. </span></span></span></div>
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;">
</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;">
</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">Luego se
destaparon más escándalos. Pedernales, es otro ejemplo. Ese heroico pueblo manabita,
viene luchando mucho tiempo por tener un hospital. Pero, nuevamente, los rapaces,
metieron sus garras para hacerse con dinero sucio. </span></span></span></div>
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;">
</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;">
</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">La diferencia radica
en que las aves españolas lucen plumas. Las ecuatorianas son de dos variedades.
La unas visten guayabera y, las otras, saco y corbata. Sin embargo, los carroñeros
de la política, saben que cuentan con la impunidad para seguir cometiendo sus
fechorías. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></span></span></div>
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;">
</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;">
</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">Ahora alistan
sus putrefactos picos para la próxima campaña electoral. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Necesitan asegurar el poder para vivir de la
miseria de la gente.</span></span></span></div>
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;">
</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;">
</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><span style="font-family: "Courier New", Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">@gulpiano1</span></span></span></div>
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Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-73542029898068933652020-04-20T06:12:00.003-07:002020-04-20T06:12:53.116-07:00Artículos en "La Hora": Estoicos<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD">Estoicos</span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD">Gabriel
U. García T. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">La ciudad de Lárnaca
debe tener unos setenta y dos mil habitantes. Está en el sur oeste de Chipre.
Allí, a orillas del mar Mediterráneo, 340 años antes de Cristo, nació un hombre
llamado Zenón. En ese tiempo, esa localidad, tenía el nombre de Citio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">Por ello le
decían Zenón de Citio. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">Fue un filósofo
que gustaba conversar en un pórtico que, en griego, se dice “stoa”. Eso originó
el nombre de su escuela filosófica: los estoicos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Su moral inspiró gran parte del pensamiento
romano posterior y a personajes como Shakespeare, Espinoza, Kant y, sin duda, a
muchos dirigentes de la Revolución Francesa. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">Su propuesta
fue sencilla pero profunda: los seres humanos deben obrar de acuerdo consigo mismo
y con la naturaleza, con indiferencia a las vicisitudes de la vida. El bien no
está en las cosas, sino en la sabiduría. Esto implica dominar las pasiones apelando
a la razón y la valentía. El estoicismo obliga a enfrentar los hechos con valor
y determinación. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">Es lo que ha
hecho el pueblo ecuatoriano en estos días. Libra una de sus batallas más duras,
en medio de pobreza, desempleo y con un Estado profundamente endeudado, con poco
margen de acción. Guayaquil ha sido un ejemplo de solidaridad entre sus
habitantes. Quito, ha demostrado que puede respetar duras normas cuando se
trata de preservar el bien común. Loja, a pesar de su secular abandono, expresó
unidad y el deseo de apoyar al personal de salud. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">La gran mayoría
de la gente se encerró en sus casas, con todas las carencias que se puedan
imaginar. Lo hizo pensando en todos. Sus reclamos no van más allá de las cosas
básicas. Quizás lo más dramático ha sido la búsqueda de los que se fueron y el
derecho a darles un entierro digno. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">El ecuatoriano
es un pueblo heroico, heredero de la escuela de Zenón, digno de que el mundo lo
reconozca como estoico. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">@gulpiano1</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<style>
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Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-81694415992349847482020-03-10T09:08:00.001-07:002020-03-10T09:08:11.401-07:00Artículos en "La Hora": Honestidad<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: center;">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Honestidad<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Gabriel U. García T.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Con sorna, don Simón Espinosa, en un artículo reciente, felicitaba a los trece posibles candidatos presidenciales que empiezan a verse en el panorama electoral. La ironía estaba centrada entre el discurso y la realidad. Los ofrecimientos que vendrán y la inmensa deuda externa que pesa sobre los hombros de los ecuatorianos. La oferta demagógica y el sesenta por ciento de la población que no tiene empleo adecuado. El derroche de la propaganda electoral y el hambre que ronda en los hogares más humildes.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">No se ven propuestas diferentes. Los actores ponen en escena el mismo guion. Hay una especie de pacto para que las cosas sigan igual. No se escucha nada sobre una reforma estructural al modelo de Estado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Cuando Isidro Ayora se posesionó como Presidente Constitucional de la República, el 17 de abril de 1929, contaba a los diputados que, durante su primer periodo, había implantado un giro profundo al crear el Banco Central, pero, especialmente, al mantener un gobierno honorable que no adquirió nuevas deudas. Decía que, en su mandato, se esforzaría para que “por la educación y por el trabajo se opere el resurgimiento de toda la Nación”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">En esas palabras está, en resumen, lo que los ecuatorianos esperamos del próximo gobierno: honradez, evitar el endeudamiento innecesario, trabajo y educación. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Pero el énfasis está en la honorabilidad. Ecuador es un país autosuficiente en materia alimentaria. En términos de energía también es soberano. Además, posee inmensos recursos naturales y una biodiversidad impresionante. Con todo esto es inconcebible que la cuarta parte de la población tenga que sobrevivir con menos de tres dólares diarios.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Con honestidad, Isidro Ayora, consiguió que el Ecuador tuviera un presupuesto equilibrado, pagara sus deudas y empezara a tener ahorros. Las exportaciones y el empleo crecieron.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">@gulpiano1<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-18070490889216809562020-02-26T08:04:00.002-08:002020-02-26T08:04:30.057-08:00Artículos en La Hora: "Crimen de Estado"<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: center;">
<b><span lang="ES"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Crimen de Estado<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: right;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Gabriel U. García T.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">La historia del Ecuador tiene momentos aciagos. Eloy Alfaro, luego de una revuelta popular, renuncia su segundo mandato el 11 de agosto de 1911. El primero de septiembre, de ese mismo año, se designa como presidente de la República a don Emilio Estrada Carmona. Cuatro meses después, el 21 de diciembre, Estrada fallece, víctima de un ataque cardiaco. Al día siguiente asume el poder, de manera interina y sin respaldo popular, el presidente del Congreso Carlos Freile Zaldumbide. Luego de siete días, el comandante del Ejército en Guayaquil, general Pedro Jacinto Montero, trata de recuperar el poder para los liberales y se declara Jefe Supremo de la República. De inmediato se desata la guerra civil.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Freile nombra como General en Jefe del Ejército a Leonidas Plaza, que vence en Huigra, Naranjito y Yaguachi. Fueron miles los muertos. Alfaro desembarca en Guayaquil el 12 de enero de 1912. Tres días después, Plaza y Montero, firman un acuerdo que el laxo gobierno de Freile Zaldumbide irrespeta. En Guayaquil se apresa a los insurrectos y, con ellos, a los hermanos Alfaro. El 25, Montero, es asesinado por una turba, arrastrado por las calles de Guayaquil y, finalmente, incinerado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Los presos son llevados a Quito. Los hermanos Eloy, Medardo y Flavio Alfaro, el general Ulpiano Páez y el periodista Luciano Corral, llegan a la Capital el día 28. La gente estaba exacerbada. El gobierno, en lugar de calmar los ánimos, incitó a los ciudadanos para que vayan a la cárcel. La turba, ayudada por los militares, asesinó a los reos, los arrastró por las calles de Quito y los quemó en el Ejido. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Pío Jaramillo, que actuó como Fiscal en este caso, demostró que el autor material de la muerte de Alfaro fue el conductor del Ministro de Gobierno. Con ello comprobó que fue un crimen de Estado que es, quizás, el peor delito.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">@gulpiano1</span><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2741228532738767510.post-17998943067514188152020-02-13T05:39:00.002-08:002020-02-13T05:39:16.262-08:00Artículos en "La Hora": Festejo<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: center;">
<b><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Festejo<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Gabriel U. García T.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Los lojanos hemos visto, con beneplácito, la conformación de un comité interinstitucional para celebrar el bicentenario del movimiento independentista. Es importante que recordemos esta fecha en la que, por vez primera, manifestamos nuestro deseo de gobernarnos autónomamente.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Fueron Ramón Pinto, José María Peña, Nicolás García, José Picoíta, Manuel Zambrano y José Espíritu Correa, quienes encabezaron esta sacudida, que repercutió, profundamente, en el proceso de liberación del Ecuador, concluido en la Batalla de Pichincha. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">El movimiento libertario no fue fácil. Nuestros próceres fueron perseguidos por sus ideas. En efecto, a Pinto y García los enjuiciaron y solo se libraron del cadalso por la acción de don Ignacio Arteta, nombrado por el general Sucre como gobernador de Loja.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Quienes ostentaban el poder, evidentemente, no estaban convencidos de la necesidad de que la gente tome, de manera soberana, sus propias decisiones. De hecho, el Jefe Civil y Militar de Cuenca, don José María Vázquez de Noboa, amenazó al alcalde lojano, don Pío de Valdivieso, con una acción militar si esta tierra no se encaminaba por la senda de la libertad.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">La conmemoración, de esta fecha, debe llenarse de significación y contenido. Es el momento para insistir en esta vieja y anhelada idea que tienen los lojanos de poder decidir, con albedrío, sobre su futuro. El 18 de noviembre de 1820, el pueblo alzó su voz contra una forma de gobierno que restringía su libertad e impedía su autodeterminación.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">En los tiempos que corren, todavía no hemos conseguido, en el Ecuador, un modelo que, manteniendo la unidad nacional, permita a las provincias una real capacidad de decisión sobre los temas trascendentes. Este bicentenario, es un buen momento para que el país discuta, por ejemplo, sobre un modelo federal de administración del Estado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">@gulpiano1</span><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
Gabriel U. García T.http://www.blogger.com/profile/11356709248339749840noreply@blogger.com0