Romeriantes
Gabriel U. García T.
A lo
largo de la historia, la vocación mariana de los habitantes del sur del País,
está llena de persecuciones. Uno de los primeros actos contra los devotos, lo
recoge Pío Jaramillo en su, siempre citada, “Historia de Loja y su Provincia”.
En efecto, el oidor de la real Audiencia de San Francisco de Quito, el
licenciado Diego Zorrilla, ordenó quemar los ranchos del Cisne para obligar a
sus moradores a radicarse en la vecina Chuquiribamba. Pero, cuando trasladaban
la Sagrada Imagen, se levantó “tan grande tempestad de aires que se hacían
pedazos los árboles y las casas se
descobijaban”. La gente, asustada por estos fenómenos, pidió a sus vecinos que
regresaran con su imagen. Nuestra Señora emprendió el regreso a su pueblo y, de
inmediato, se sosegó la tempestad.
Sin
embargo, la persecución solo ha hecho que la fe se profundice. Cada año vemos,
con alegría, como miles de personas, provenientes desde los más recónditos
rincones del país, vienen a visitar la Sagrada Imagen. Las calles de Loja se
llenan de colorido, especialmente, con las polleras de las romeriantes que
vienen desde Cañar y Azuay. Muchas de ellas, seguramente, ahorran durante todo
el año para satisfacer el deseo de visitar a su Protectora. No importa si no
tienen un lugar para dormir.
Existen
algunas iniciativas para hacer que su visita se realice con dignidad y honrando
el sacrificio que representa. Una de ellas es la de habilitar las escuelas y
colegios como estancias temporales. Sin embargo, no ha sido suficiente.
Por
otra parte, el año anterior, a propósito del Festival Internacional de la
Artes, en las cercanías del Parque de Jipiro, se montó un campamento de muy
alto nivel para recibir a los artistas y público que visitaban la ciudad
durante ese evento cultural. Entonces,
porque no pensar en volver a usar esa infraestructura en esta época, pero esta
vez para los devotos de Nuestra Señora.
Al
fin y al cabo, tanta importancia tienen los artistas e intelectuales que nos
visitan durante el festival, como los hermanos que vienen a visitar a su Madre
durante los últimos días de agosto y los primeros de septiembre. Atendamos a
todos de igual manera.
gulpianoga@gmail.com
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