Pacífico-Marañón
Gabriel García T.
A veces la nostalgia recorre los caminos de la memoria. En estos días releí un artículo que publicó papá, don Lorgio García, en este mismo diario, en mayo de 1999. En esas letras recordaba la importancia de rescatar el eje vial Puerto Bolívar-Loja-Zamora, con proyección al Marañón. Señalaba que fue un proyecto largamente acariciado por Eloy Alfaro. En 1912, los representantes de Loja y El Oro, consiguieron que, en el Congreso Nacional, se apruebe un decreto, financiado, para la construcción de esta obra. Nuestros senadores, en ese momento, eran los señores Agustín Cueva y Benigno Valdivieso y, actuaban como diputados, Pío Jaramillo Alvarado, Juan Ruíz y Clotario Paz. El proyecto fue, finalmente, torpedeado y se impidió su construcción. 19 años después, con la guerra del 41, el Ecuador lamentaba no haber tenido mayor presencia en el oriente y la inmensa secesión territorial de la que fue víctima.
Han pasado 108 años desde que nuestros representantes lograran la aprobación de ese decreto. La obra sigue inconclusa. En los últimos días, los lojanos, han alzado su voz para que, el tramo Loja-Catamayo, sea de cuatro carriles. En esta ocasión, la asonada, no vino desde el parlamento, sino desde la sociedad civil. Fueron ciudadanos y profesionales los que forzaron al gobierno a dialogar sobre esto.
Sin embargo, las cosas no pueden quedar allí. Ahora que sabemos que, en la vecina Zamora Chinchipe, se cuentan con reservas probadas de oro, plata y cobre, por un valor de 72 mil millones de dólares, las provincias del sur deben unirse para conseguir el corredor vial que conecte al Marañón con el Pacífico, como un eje para el desarrollo nacional.
El Viejo Luchador soñó con el ferrocarril del sur. Lo entendía como una obra que podría vertebrar el Ecuador y conectar sus tres regiones naturales. Tenía razón.
@gulpiano1
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