Gracias a Gerardo
Gabriel U. García T.
Conocí muy brevemente a Gerardo Sáez, ese chileno maravilloso que vino a
nuestra tierra perseguido por la dictadura. Desarrolló una obra importante en
el campo artístico y fue un estudioso serio de la filosofía.
Por azar del destino, la vida me regaló la amistad de su hija, Loreto,
desde tiempos universitarios, hasta ahora. Gracias a ella, cuando Gerardo
murió, una parte de sus libros llegaron a mis manos. Entre ellos, la “Historia
Ilustrada de la Filosofía” de Dagobert Runes. Escrita en 1967, es un viaje por
la historia del pensamiento humano, que estudia etapas como el judaísmo o el
pensamiento hindú, incluyendo, por supuesto, los clásicos y el mundo islámico.
Uno de los pensadores que descubrí, gracias a este libro, es Moses Hess, de
origen judío, nacido en Europa a inicios del siglo XIX. Dos cosas,
especialmente, me llaman la atención en su pensamiento. La primera es su
afirmación de que “el judaísmo no tiene otro dogma que enseñar la unidad”. La
segunda es su visión sobre el socialismo, al que considera que “no es estrictamente
igualitario, sino un esfuerzo para satisfacer las necesidades de la naturaleza
humana”.
A lo mejor, esa no debe ser una visión ideológica, sino una postura de la
democracia moderna. Como propone Amartya Sen, pensar en la búsqueda de igualdad
de oportunidades, en lugar promover redistribución de la riqueza, que, de la experiencia
humana, solo ha traído pobreza generalizada.
Esto es aplicable a la realidad nacional. En cuanto se refiere a la producción,
cambiar la idea de confiscar bienes privados, por la promoción de nuevos entes
productivos. En lo que concierne a educación, dejar de perseguir entidades
privadas o religiosas, y, en su lugar, generar calidad en la educación pública.
En el control de ventas ambulantes sugiere entender el drama de estas personas,
como sector vulnerable de la sociedad, que requiere oportunidades para el pleno
desarrollo de sus vidas, en lugar de usar la herramienta de la persecución.
Hess tiene razón, unidad para satisfacer las necesidades de la naturaleza
humana. Eso reclama la gente.
gulpianoga@gmail.com
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