Carroñeros
Gabriel
U. García T.
Hace algunos
años, “La Voz de Cádiz”, traía una nota muy interesante sobre como, en el campo,
ante la falta de cadáveres de ganado, las aves carroñeras se lanzaban sobre los
animales menores. En el fondo, hablaba sobre la forma en que se adaptan para
sobrevivir.
Con profundo asco
vemos como, en política, hay demasiadas aves de rapiña. Son peores que las alimañas
españolas. Las de allá cumplían con su instinto. Los de acá lo hacen por
maldad. No hay otra forma de explicar como, en medio de la terrible situación
que viven los ecuatorianos, esta gente consigue lucrar incluso con el precio de
las bolsas para cadáveres. Ni siquiera esperaron que los hermanos guayaquileños
murieran. Cuando se enteraron de la pandemia empezaron a deambular buscando
como iban a llenar sus sucias manos.
Luego se
destaparon más escándalos. Pedernales, es otro ejemplo. Ese heroico pueblo manabita,
viene luchando mucho tiempo por tener un hospital. Pero, nuevamente, los rapaces,
metieron sus garras para hacerse con dinero sucio.
La diferencia radica
en que las aves españolas lucen plumas. Las ecuatorianas son de dos variedades.
La unas visten guayabera y, las otras, saco y corbata. Sin embargo, los carroñeros
de la política, saben que cuentan con la impunidad para seguir cometiendo sus
fechorías.
Ahora alistan
sus putrefactos picos para la próxima campaña electoral. Necesitan asegurar el poder para vivir de la
miseria de la gente.
@gulpiano1
No hay comentarios:
Publicar un comentario